lunes, enero 14, 2008

Letras que hacen música

Les dejo una cancioncita, me conmovió hasta el tuétano. Me hizo recordar que solo basta cantar una melodia para acortar distancias y hacer que el tiempo se detenga.


Every time I think of you
I feel shot right through with a bolt of blue
It's no problem of mine but it's a problem I find
Living a life that I can't leave behind
There's no sense in telling me
The wisdom of a fool won't set you free
But that's the way that it goes
And it's what nobody knows
While every day my confusion grows

Every time I see you falling
I get down on my knees and pray
I'm waiting for that final moment
You'll say the words that I can't say

I feel fine and I feel good
I'm feeling like I never should
Whenever I get this way, I just don't know what to say
Why can't we be ourselves like we were yesterday
I'm not sure what this could mean
I don't think you're what you seem
I do admit to myself
That if I hurt someone else
Then I'll never see just what we're meant to be

Every time I see you falling
I get down on my knees and pray
I'm waiting for that final moment
You'll say the words that I can't say

"Bizarre Love Triangle"
New Order - Brotherhood (1986)


Debo decir que no escuché la original, que debe ser muy buena (a estos momentos no la he escuchado, lo haré pronto). Escuché la versión de un grupo que se llama "Frente", la voz de la chica es preciosa, te conecta con el sentimiento mismo de la canción; la confusión, la culpabilidad, en fin, algo de lo que puede encerrarse en un triángulo de amor, uno bastante bizarro (con la connotación de bizarre).

¡Благодаря звезда (Blagodaria zvezda) !

lunes, enero 07, 2008

Lecciones rápidas (para llevar o ir comiendo)

Lección del día de hoy

-Si encuentras algo que es justo lo que quieres, esta a un precio razonablemente justo y cuentas con los medios para adquirirlo, ¡cómpralo!, ¡no esperes a que mágicamente todo se quede como esta (o pero aún, a que baje de precio)!, recuerda, hay inflación y alza de precios, asi que no permitas que la decidia se apodere de ti y actúa-.

Un dia cualquiera III

15:27 hrs

Una vez que llegó a la zona cultural, se dirigió inmediatamente al centro del espacio escultórico, a la obra de Sebastian, Mathias Goeritz y demás, una vez ahi, se subió a uno de los 64 módulos que conforman estructura y observó el hermoso panorama que la ciudad le ofrecía. Después de unos minutos de mera contemplación, reflexionó:
-Cuando estaba en la universidad todo era diferente, creía en la posibilidad de realizar cambios profundos en las estructuras establecidas, tenía tantas ideas... Y ahora, ¿que es ahora?, todo por lo que he luchado ha sucumbido ante poderes ajenos a mi, por las mafias que se encuentran en mi trabajo, por los poderosos y los ricos, por aquellos cuyas conveniencias no estan en el bien común.
Creía en la libertad, pero, ¿como puedo ser libre si cualquier punto de vista, cualquier modificación a los programas, cualquier cambio de estrategia es anulado por quienes tienen la última firma?; aunque por otro lado, es cierto voy a donde quiero, como lo que quiero, me puedo comprar cuanto se me ocurra, pero hay algo que simplemente no me satisface, algo que me deja vacio y crea esta irremediable soledad en mi ser, es como la semana pasada, fui el sabado a ese centro comercial, miré los aparadores y vi un lindo abrigo de casimir inglés, lo compré, cinco mínutos mas tarde, me sentí triste, frívolo, que había de extraordinario en ese abrigo, nada; ¿en donde radica mi libertad? ¿para que quiero ser libre de ir, hacer o comprar lo que sea si no puedo ser libre de expresar (¿y por qué no? de llevar a cabo) mis ideas, mis inquietudes, mis sentimientos?
También creía en las personas, en que estas estan en constante evolución y trascendencia, y hoy, por donde quiera que miro, veo gente comiendo gente, arrastrandoze a un abismo del que muy probablemente nadie salga, aplastandose los unos a los otros como si de gusanos se tratara. ¿A dónde va mi humanidad? ¿qué hicieron con aquellos que imaginaron sociedades armónicas y en paz? ahora a donde volteó observo guerra y hambre, desolación...-
José de quedó tendido, con la vista hacie el cielo; pedía perdón.
Terminó de dar una vuelta por la zona cultural, entró rapidamente a la biblioteca ya hemeroteca, buscó los periódicos con la fecha de su nacimiento, -Mi nacimiento no apareció en ningún titular, ¡bien! - pensó. Una vez que se terminaba su recorrido, decidió dirigirse al metro caminando, pasó por algunos institutos, TV UNAM, la Facultad de Ciencias Políticas, la Tienda UNAM, se detuvo un momento en los pastos frente a la tienda UNAM y observó a una jóven pareja, el le había llevado flores, se encontraban sentados, recargados en el tronco de un pequeño pino, ella sentada entre las piernas de él, notó que ella lloraba; sin mirarlos de nuevo, siguió su camino.


17:02 hrs

Subió al vagón del metro, no pensaba demasiado, simplemente observaba a su alrededor, las personas sus rostros, su ir y venir, de pronto comenzó a jugar un poco con las imágenes, inventaba historias, a cada persona que llamaba su atención le creaba una personalidad, una ocupación, una situación de vida diferente, esto le divirtió de sobremanera y le entretuvo en su trayecto hasta su casa.


17:56 hrs

Llegó a su casa el ambiente le pareció diferente al que estaba acostrumbrado, recordó que hacia un par de días que no telefoneaba a su padres y hermana, lo hizó.
Contestó su hermana, Ilse, bromearon un poco lo pusó al tanto de su nuevo novio, un muchacho de la carrera que le parecía buen mozo; al escuchar la voz de su madre sintió una fuerte punzada en el pecho, le alegraba escucharla, platicaron unos minutos de lo de siempre, su madre de nuevo le cuestionó sobre el porque no llamaba a Raquel, José no supo que contestar, simplemente no se sentía con la entereza de ver a Raquel, sabía que la decepcionaba, pero no podía hacer más y menos en esos momentos; al hablar con su padre José se tranquilizó, el viejo era de pocas palabras pero siempre llenas de amor hacia él. Colgó el teléfono. Pensó en los periódicos de mañana, -seguro no estaré en los encabezados- se dijo. Avanzó unos pasos, aquel viejo banco de triplay se encontraba justo enfrente, lo miro fijamente, se subió en él, rodeó su cuello con la soga y le dió una patada para que cayera.


19:03 hrs

El vaivén generado por los pies de José cesó.

viernes, enero 04, 2008

Un dia cualquiera II

12:17 hrs

José decidió dar un pequeño paseo por Coyoacán antes de llegar a Ciudad Universitaría, después de todo si este era un viaje de remembranzas, los jardines de Coyoacán tenían historias que él recordaba y lo hacían revivir viejos tiempos, sus tiempos de estudiante, cuando caminaba por las calles adoquinadas, le llegaron pequeños flashazos de su vida con Elena, recordó aquella ocasión en que jugaron a las escondidas solo ella y él en la plaza de los coyotes, la manera en que lo asustó ese día dificilmente podría olvidarla, su primer beso, su primer -Te amo-; José no pudó evitar soltar una lágrima que inmediantamente secó con su dedo pulgar; también recordó las borracheras con sus amigos, los -¡Salud!- y los ¡Aunque mal paguen!, ratos de cantos, risas, llantos y vómitos, una vez que se terminó su helado, se subió a un microbús que lo dejaba en el metro Copilco, ua ruta tantas veces recorrida por él y sintió añoranza; añoranza por aquellos días llenos de ilusiones, sueños, esperanzas y ganas de cambiar el mundo o al menos de comenzar un cambio.


13:13 hrs

Bajó en metro Copilco y caminó por el pasaje donde centenares, incluso millares de estudiantes transitaban a diario, ingresó por la Facultad de Medicina, decidió visitar primero el museo de la facultad, ingresó a la sala, recorrió los pasillos, miraba detenidamente cada uno de los aparatos, órganos, músculos con cortes sagitales y coronales, hasta que llegó al cuerpo que se encuentra en la vitrina principal, su cuerpo se estremeció, sintió un frio que le recorría la espina hasta la nuca y quedo congelado, lo miró fijamente durante algunos minutos, cada centímetro del cuerpo quedó plasmado en su mente, pensó en la fragilidad del cuerpo humano, en lo efímero de la existencia y se cuestionó sobre la posibilidad de una vida después de la muerte.


13:57 hrs

Un poco perturbado por lo que había contempladó, José salió de la facultad de Medicina, caminó por la explanada que se encuentra entre la Torre de Humanidades y la facultad de Medicina, recorriendo el empedrardo gris, a lo lejos ve a unos estudiantes dispuntando un encuentro de fútbol, al escuchar sus gritos se ve a sí mismo jugando en esa misma cancha. Llegó a las islas, observó a lo lejos el montículo donde Elena y él se juraron estar unidos por siempre, -palabras huecas - se dijo; entró a la Facultad de Economía, su facultad, el bullicio de los estudiantes envolvía los pasillos, José subió hasta el aula 107 se encontraba vacía y entró, el pizarrón este se encontraba exactamente igual que cuando ingresó a la carrera,- aún recordaba su primer clase Introducción a la Teoría Económica con Ruelas, un marxista que parecía mas bolchevique que profesor de la facultad, pronto se daría cuenta de que lo que esperaba difería notablemente de la realidad- fue en ese salón donde la vió por primera vez, estaba sentada al frente en la segunda fila, le gustó desde el primer instante, sus grandes ojos miel, su cabello ondulado y su mirada, llena de vitalidad y de lucha; lo demás lo recordó entre sombras, no quería revivir de nuevo esos episodios, no valía la pena, -hoy menos que nunca- pensó para sí mismo.
Al salir de la facultad sintió un hueco en el estómago, en parte porque tenía hambre, en parte por los sentimientos que le causaba estar parado de nuevo en aquel lugar.
Comió en la cafetería de la Facultad de Filosofía, en la parte de abajo, el lugar estaba abarrotado, no encontró una mesa disponible así que simplemente se sentó en el césped y comenzó a comer. Decidió visitar la zona cultural y el espacio escultórico, tal vez ir le ayudaría a pensar y aclarar algunos sentimientos aún confusos.

jueves, enero 03, 2008

Un dia cualquiera I

06:50 hrs

Sonó la alarma del celular, José, soñoliento, se levanta como cada mañana para ir al trabajo, se pone las sandalías y se dirige al baño, abre la llave del agua y mientras esperaba que saliera caliente se desnudó, entró a la regadera, se aseó, se afeitó la incipiente barba, salió de la ducha y procedió a vestirse. Se miró al espejo, hacía tiempo que su rostro no le agradaba, se miraba cansado, triste; no prestó demasiado tiempo a esto y continuó su labor, vistió su traje favorito, aquel grix oxford que compró en un viaje a Londrés, camisa blanca y corbata negra, se vió a si mismo al espejo le agradó la imagen, -bastante sobrío- pensó.


07:45 hrs

Después de tomar un ligero desayuno de café con leche y sobras de galletas, salió de su casa, dejando todo preparado para cuando regresara, un dia antes había decidido ir al trabajo como cualquier día, pero justo en el momento en que iba a tomar el autobús se arrepintió, dio media vuelta y siguio caminando sin un rumbo fijo, cruzó la calle, a su derecha se encontraba el Ángel, se quedo unos minutos contemplandoló, la gran columna, coronada por ese majestuoso ángel dorado, que extiende sus alas con júbilo y ofreciendo esa corona de olivo; continuó su camino se detuvo un momento para tomarse tranquilamente un café americano, sin azúcar, justo como le gustaba, lo acompañó con unos churros que una viejita estaba vendiendo en una esquina.


08:30 hrs

Al terminar, decidió que daría un paseo por el centro histórico, le traía buenos recuerdos y siempre era muy grato dar una caminata por aquellas calles llenas de tanta historia; pensó que no tenía caso alguno tomar un microbús para llegar allá, asi que procedió a caminar tranquilamente por Paseo de la Reforma, una de sus calles preferidas, pasó la embajada estadounidense, la palma, cruzó Insurgentes, en donde se cambió de acera, de ahi el monumento a Colón, Bucarelli, continuó su camino, una vez que estaba frente al Sheraton pensó que sería buena idea caminar por la Alameda Central y asi lo hizo, se sentía un ambiente frio a esa hora, la alameda lucía particularmente solitaria esa mañana, recorrío sus pasillos, y llegó hasta el Palacio de Bellas Artes, se quedó mirandolo por unos instantes admirando su colosal belleza, continuó su recorrido.


10:00 hrs

Entró por la calle de Madero, recorrió por fuera los azulejos y siguió por el pasillo hasta donde venden libros miro un par de ellos, Las enseñanzas de Don Juan y La Historia Interminable fueron los que más le cautivaron debido a que fueron estos libros los que determinaron gran parte de su adolescencia y juventud, el primero le recordó el misticismo que encierra la vida y las posibilidades infinitas de ser y mas aún del no-ser; el segundó lo transportó a mundos que estaban tan alejados que se sintió como un explorador que descubría un mundo oculto para los demás, salió por el Museo Nacional de Arte para regresar de nuevo a Madero, no sin antes cruzar 5 de Mayo, dio la vuelta en madero y se perfiló hacia el Zócalo; se situó justo en el centro de la plancha a un lado del asta bandera, miró al norte, hacia la Catedral el gran símbolo de la iglesia en México, aquella iglesia que le enseñó desde niño sobre el cielo y el infierno, la resurección de la carne y la vida eterna, -vida eterna- susurró.


11:05 hrs

Caminó al Templo Mayor entró, recorrió sus pasadizos, de pronto, se le ocurrió algo, -voy a ir a CU- penso para sí mismo, ahi había cursado sus estudios universitarios y pensó que sería grato echar un vistazo a su Alma Mater observar lo que había cambiado y recordar viejas historias; salío de la zona arqueológica y caminó hacia la estación Zócalo, compró dos boletos del metro y se fué dirección Taxqueña, pensó que podría hacer una pequeña escala en Coyoacán para saborear un buen helado de zarzamora y queso; se bajó en la estación General Anaya y tomó un microbús que lo dejaba muy cerca de la heladería donde compró su anhelado postre.