En un día que parecía gris

Todo comenzó debido a una comida que tenía con un amigo, ya todo estaba listo, principalmente el hambre, esto porque la cita fue en una hora más tarde de lo que usualmente como, en fin. Al mirar por la ventana todo parecía indicar un buen clima, buen sol, cielo despejado... asi que me apresuré a salir de la oficina, bastante a tiempo debo decir, para dirigirme hacia el centro comercial; en ese momento el cielo se cerró, no mas sol, una nube cubrió el panorama yo bastante despreocupado seguí mi camino, iba a pie, después de todo mi destino no era muy lejano. Al principio todo bien, solo un tono más gris que de costumbre pero nada extraordinario, entonces una gota cayó, le siguieron dos, luego cuatro y asi sucesivamente y por si eso no hubiese sido suficiente el grosor de aquellos entes era bastante considerable. Corrí, corrí antes de que mi ropa y yo mismo nos convirtiéramos en una especie de líquido con patas, encontré refugio en una de esas casetitas que ponen en las entradas de los centros comerciales donde se recogen los tickets de estacionamiento (¿por que se cobra en los estacionamientos? como si no fuera suficiente el dineral que gastamos en esos lugares) y ahi pacientemente esperé a que la lluvía cesará, pasaba el tiempo y contra mi tiempo y sequedad la lluvia, lejos de detenerse aumentó, podía ver como las lanzas formadas por esas gotas se multiplicaban, hubo momentos en que parecía que llovía de lado, el refugio que en su momento parecía óptimo, con el paso de los minutos fue menguando, el agua alcanzó mis zapatos y la parte inferior de mi pantalón; mientras esto ocurría autos pasaban por la salvadora caseta en la que me refugiaba, "hombres de negocios", "chavos bien", "niñas guapas", "lindas familias" pasaban a mi lado y me miraban con una cara que ustedes ya se imaginarán, no quise prestar demasiada atención a eso, después de todo el agua en mis pantalones iba extenidendose peligrosamente; cuando de pronto pasaba una camioneta y su conductor me dijo que si iba a la plaza, a lo cual repondí inmediatamente de manera afirmativa, -súbete- me indicó y yo asi lo hice; alvado estaba de una mojada de cabeza y una espera que parecia interminable, me dejaron en el acceso (techado) más cercano y seguí mi camino, no sin antes decirles "muchas gracias y muy buen día".

Neta que chido que aún haya personas que se porten asi con la gente, no me conocían, bien podía ser algún enfermo mental o cualquier cosa, digo, también es cierto que iba medianamente arreglado y demás, pero eso no es ninguna garantía. Este tipo de actitudes me hace confiar un poco más en mi especie, en tener aún esperanza, aunque sea muy poca de que podemos ser diferentes, mejores, apoyarnos como seres que estan compatiendo este momento temporal, este mundo, que cada vez se mira mas dificil. Así es, eso me dio un poco de luz, un poco de luz en el día gris que se asomaba.