Me doy cuenta de que no somos sino máquinas que no cesan de repetir lo que nos dicen que debemos decir.
Seres sin criterio, burdos intentos de humanos guiados a placer por una voluntad que no es la nuestra; seres sin imaginación, opacos o mejor dicho traslúcidos casi transparentes sin peso específico es nuestras vidas sin imaginación sin metas más allá del placer mundano, de la comodidad o de las riquezas materiales.
Máquinas depredadoras, ambiciosas, egoístas.
1 comentario:
Estamos atrapados en un sistema, pero hay momentos en los que podemos ser libres. 222
Publicar un comentario