La crónica retrasada de un concierto por siempre recordado

Antes que nada la ocasión que se me presentó fue verdaderamente inesperada, de esas cosas que suceden en un instante y solo dices: -si, vamos- sin pensarlo demasiado, sin objeciones, sin peros; para que cuestionarse demasiado sobre hacer o no algo que te gusta, que has pasado tiempo imaginandolo, soñandolo quizás y que en su momento lo veías demasiado lejano, esta es la historia de un momento de mi vida que si me hubiesen preguntado hace aproximadamente un año hubiera contestado -si, alguna vez en la vida, espero- afortunadamente la espera no fue demasiada...

El día, 17 de mayo; el lugar, Woodlands Pavillion, la cita fue a las 19:30 hrs llegamos al lugar con anticipación pero debido a causas externas e internas debimos dar una vueltecita primero por los lugares cercanos, la expectación crecia minuto a minuto, ¿como sería el lugar?¿cuanta gente asisitía?¿habriá buen ambiente? en fin esas y un sin numero mas de inquietudes que van surgiendo en la cabecita de alguien que dificilmente se imagino en esa situación, primero debo narrar mis impresiones sobre los alrededores del lugar, mas que impecables, orden, buenos lugares de estacionamiento, señalizaciones adecuadas, filas esperando la apertura de puertas, en fin, primer mundo que mas puedo decir. Una vez que nos ocupamos de los menesteres fuimos directo al lugar, a la entrada una de esas "picaras" lloviznas "asusta tarugos" nos sobrevino, la verdad es que no nos preocupamos demasiado por el asunto y nos dirigimos a la adquisición de los souvenirs y parafernalia respectiva, iba decidido a gastarme parte de mi quincena (que terminó siendo casi toda, jajajajaja) de pronto divisamos a lo lejos la cifra del costo de la infaltable playera ¡40 dólares!, nuestro asombro no se dejo esperar, ni hablar, me dije ya estoy aqui asi que ni modo, a entrarle al consumismo; poco después notamos que la playera no era una playera cualquiera, no señor, era una playera fabricada con, nada más y nada menos que, ¡algodón orgánico papá! y poliéster reciclado (de botellas de PET de a 50 centavos el kilogramo) y nos dijimos, amónos, eso si que lo vale (jajajajajajaja) después adquiriría un póster para ahora si, entrar al lugar en cuestión, subimos unas pequeñas escaleras y voilá! estabamos ahi... ¿Mi impresión? no existe por estos lares un lugar similar, solo pude hacer una comparación, hay un capítulo de los Simpson donde Homero va con Marge a un concierto al aire libre donde se sientan el pasto a escuchar una orquesta que toca la música de Star Wars y que el escenario esta al fondo cubierto con una carpa de color blanco, pues así mero, pero en la vida real y con una carpa mucho más sofisticada, es mas pondré una fotito.Ahí nomás, jajajaja, bueno ya lo que siguió fue encontrar un buen lugar para admirar tal evento tras esquivar a algunos fulanos por fin encontramos el punto donde esa noche veriamos a... chan chan chan chan... ¡Radiohead! si, la banda formada a principios de los 90's y que mas de uno pensó que no serían mas que un one hit wonder, una banda mas que importante y simbólica en mi vida, una banda que me abrio las puertas a nuevos sonidos y horizontes diferentes, una banda que, sin duda alguna debia ver en vivo; afortunadamente las circunstancias, las personas, los momentos, se conjugaron para que asi sucediera, no puedo ser mejor, todo fue simplemente perfecto, un arcoiris (in rainbows, jeje) me lo dijo aún antes de que comenzara el primer acorde, la compañia fue crucial (благодарить моих звезда, никогда не забыть) sin duda de no haber sido asi, no hubiese sucedido. ¿El concierto? ¿que puedo decir? genial, por algo son considerados hoy por hoy de las grandes grandes bandas que caminan sobre la faz de la tierra, no hay más, cada canción, cada palabra, simplemente excelente, cierto es que hubo canciones deseadas que no tocaron, pero no importó, las poco mas de dos horas que tocaron fueron suficientes para mi, ahora puedo morir en paz, jeje.

Un videito pa'l recuerdo.