martes, diciembre 18, 2007

De paseo en colectivo - El Juan sin miedo

Ayer salía del trabajo, me dirigí a la salida del ya tan nombrado autobús (si, si el anaranjado ese) y me dispusé a hacer la fila correspondiente para abordar la unidad; adelante de mi se encontraban tres personas, una señora, una chica de aproximadamente 14 años y un señor, que no parecía tan señor, las dos primeras eran madre e hija, la relación con el sujeto no me quedó del todo clara.


Yo me encontraba justo detrás de ellos en la fila, traía mi música pero aún asi escuchaba un poco de lo que estaban platicando, algo sobre una persona y que todo estaba muy caro y cosas asi, debo decir que todas las expresiones estuvieron adornadas con esas "floridas" palabritas, y entre unas y otras se iba llevando la conversación, de pronto pasó un autobús, nada, nos quedamos nada mas mirando a lo lejos por que ese no seguiría nuestra ruta, el tiempo avanzaba, media hora, llegó otro camión pero desafortunadamente tampoco sería el que nos llevase a nuestro destino; mas minutos, la desesperación comienza a notarse en el ambiente, llega un tercer autobús que tampoco se detiene frente a nosotros para iluminar nuestras enfadados rostros, se sigue a la siguiente parada; de pronto Héctor (el nombre del sujeto que describí antes (el cual supé debido a lo que narraré a continuación), si el señor que estaba enfrente de mi en la fila) se dirigío hacia donde se encontraban los que manejan las salidas de los vehiculos, los checadores creo que les dicen, no alcancé a escuchar que le dijo el punto es que las cosas se empezaron a calentar, el checador vió una patrulla y acusó asl tal Héctor, el oficial bajo de la patrulla y fue a platicar con el señor.


El momento bastante incómodo, el oficial queriendo platicar con el señor para ver que había pasado y el tipo en cuestión se pusó medio loco, diciendole al oficial que no le asustaba, que el no se abría, diciendo que no importaba a donde lo mandara (ni al oriente, ni a barrientos, ni al norte) y duro y dale que no lo iba a espantar, el oficial(bastante calmado) seguía diciendo que solo quería saber que habia pasado y que nada mas se tranquilizara, el señor nomás no escuchaba, hasta se quito la chamarra que llevaba en clara pose de que no estaba amedrentado y estaba listo para la acción, a final de cuentas el oficial se desesperó y se fue, no sin antes levantar un poco la voz y exigirle al sujeto que tuviera respeto por la autoridad.

La verdad no se exactamente que ocurrío, muchas veces nos quejamos de la autoridad que no hace su trabajo, pero es muy común que faltemos a esa autoridad y más aún a la ley, no es perfecta, es cierto, pero si no contamos con argumentos sólidos y contundentes para poder cambiarla, habrá que hacerla valer, es mi muy particular punto de vista cabe aclarar.

Por otra parte esta el señor que se puso loco, ¿que pasa?, aún no me explico el actúar de este personaje... al parecer no era miedo, pero a pesar de su pose y todo lo que dijo, encuentro cierto aire de estar a la defensiva, no sé lo que pasó en su vida anteriormente, pero pude escuchar algo de que ya había estado tras las rejas con antelación; probablemente eto le pudo haber causado esta reacción y el hecho de sentirse poco atendido por el transporte público (recordemos que ese fue el motivo de la queja) causó en él un sentimiento encontrado; no lo se el punto es que me sacó un tanto de onda presenciar esa escena, y todo en tan solo 1 hora mientras esperaba el colectivo.


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